|                                                                                     Hasselt  y Maribor, el 17 de enero de 2014.El  Obispo de Roma
 Su Santidad el Papa Francisco
 Santa Sede
 Querido hermano Francisco,  Por la  presente, el Club Social Mambo de Hasselt  (Bélgica) y el Club Social de Cannabis de Maribor  (Eslovenia), tenemos el placer de darle la bienvenida y expresar nuestros mejores deseos de salud y  bienestar. Aunque la Iglesia Católica sostiene una guerra contra  nosotros, venimos en paz.  Somos los clubes sociales de cannabis, creados para proteger los derechos de los consumidores y los productores  de cannabis con el propósito de ayudar a  establecer políticas de cannabis  que benefician a la sociedad en  su conjunto. Nuestros miembros son ciudadanos adultos responsables, que organizan el cultivo de una cantidad limitada de cannabis para satisfacer sus necesidades personales  y proporcionar el alivio y la curación de enfermos. Nuestra experiencia muestra que alternativas para promover la paz  tendrán éxito si se les da una oportunidad.  Nos  dirigimos a usted  en un momento de gran expectativa,  ahora que el presidente Mujica de Uruguay ha decidido  detener la guerra contra las drogas en  su país. Al proponer un sistema de control  del consumo, cultivo y distribución  de cannabis el presidente Mujica ha tenido el  coraje de abandonar la fracasada  política de 50 años  de prohibición.  Por fin la guerra contra  las drogas está siendo cuestionada debido a los problemas sociales que genera en términos de salud pública, costos monetarios y violencia. Nuestra preocupación es que  los derechos de los consumidores de las sustancias controladas no  se consideran, y que tampoco se toma en cuenta que el  origen de su consumo es de  naturaleza espiritual. En el futuro, cuando los gobiernos hayan logrado el control  efectivo de la producción y la distribución de todos los productos  que alteran la mente, la situación de  los consumidores podría ser  peor si el desprecio por sus personas persiste.  Contrariamente  a la opinión mercantil  vigente de la marihuana, muchos somos  los consumidores que consideramos que es una herramienta para la aventura espiritual. Nuestra búsqueda por dar sentido a este mundo no es una aberración de nuestra parte, indica mas bien la aberración de la civilización contemporánea que los consumidores estamos tratando de enfrentar. Condenarnos por nuestra necesidad de dejar por un momento nuestra mente cotidiana de lado, cruelmente  nos convierte en chivos expiatorios por  los fracasos de la sociedad. ¿Cómo es que la Iglesia de Cristo perdona esta opresión sin  fin? ¿Hemos de creer que Cristo  inspira esta política de odio?  Embriagado por el efecto de la  marihuana, nosotros consumidores dejamos  temporalmente nuestra mente detrás.  El historiador Flavio Josefo señaló que en la experiencia extática, "cuando el Espíritu Santo entra, no hay lugar para la mente". Los consumidores de  marihuana contemporáneos ya no  podemos dar credibilidad a la  idea de un Espíritu que viene  de lo alto para poseernos, pero en el momento de nuestro éxtasis también sentimos que nuestra mente nos deja, mientras que nuestros sentimientos más íntimos  se apresuran a manifestarse. En este momento de arrebato nos encontramos con el prójimo como  nunca antes, como lo enseñó Jesús de  Nazaret cuando nos dijo que  amemos a nuestro prójimo como a nosotros  mismos. Esta es la gran revelación  que los consumidores de cannabis - cada uno de  una manera única y personal - experimentan.  Visto  desde esta perspectiva, la  marihuana se convierte en un medio para la reflexión, como lo fue en tiempos proféticos. Lejos de inducir a la  depravación espiritual, ella lleva  a la comprensión. Sin embargo, existe un gran rechazo de  muchos usuarios de marihuana a comprometerse con el mensaje de Cristo,  como hemos llegado a conocer este  mensaje no por el amor hacia  el prójimo, sino por las formas aterradoras que la Iglesia ha tratado de imponer ese  amor. Los horrores del reinado de  la Iglesia, ejemplificada en la caza de  brujas - precursora de la cruzada contemporánea contra los usuarios de drogas - ha perturbado la apreciación de ese mensaje a tal punto que recientemente incluso los líderes políticos europeos,  en el momento de redactar la Constitución de la Unión,  no estaban dispuestos a reconocer los  orígenes cristianos de nuestra  civilización.  En marzo  de 2000 el Papa Juan Pablo II pidió perdón por los  pecados de la Iglesia a lo largo  de los siglos, diciendo que ""  los cristianos ... han violado los derechos  de los grupos étnicos y de los pueblos, despreciando sus culturas y tradiciones religiosas ..." Con estas palabras en mente le pedimos que se aproxime a los consumidores  de marihuana, hoy en día tolerados con desprecio,  cuyos derechos son violados a diario,  recordando que nosotros también somos  prójimos de la Iglesia, a los que  Cristo quiere que ames.  Vivimos bajo un régimen de tolerancia en la  que, en cualquier momento dado, decisiones arbitrarias deshacen todos nuestros  logros y arruinan nuestras vidas, lo que los miembros de nuestros clubes están  experimentando en persona. Por esta razón estamos inmensamente satisfechos con  el hecho de que a comenzar con Uruguay, los consumidores de cannabis finalmente  obtendrán una protección legal. Hemos organizado esta campaña para la  nominación del presidente Mujica para el Premio Nobel de la Paz como un medio  para darle un mensaje unificado de apoyo de los consumidores de cannabis y de  nuestros aliados entre los políticos y el mundo académico. Aunque usted mismo  ha respaldado públicamente la prohibición, también ha indicado que desea volver  a los valores humanos básicos de modestia y de compromiso con el otro,  rechazando la codicia material. Por consiguiente esperamos que apoye a las  políticas humanitarias del presidente Mujica y la promesa de un trato digno que  ofrecen para todos los consumidores de cannabis. Deseamos que de su bendición a  nuestra campaña y que levante su voz apoyando el experimento del presidente  Mujica para la paz y la solidaridad; "deseando con supremo ardor" la  aceptación por parte de la Iglesia de las plantas que la madre naturaleza da  para sanar las mentes de sus hijos, a fin de que el éxtasis inducido por la  marihuana pueda llevar a una comprensión contemporánea de la belleza del  mensaje de Cristo: olvídate de tu apego a las cosas materiales, olvídate de ti  mismo y encuentre la felicidad en tus prójimos.  Así mismo  tenemos el agrado de invitarle a  usted, hermano Francisco, para unirse con nosotros y nominar a José Mujica  Cordano para el Premio Nobel de la Paz 2014.  Esperamos su respuesta y  agradecemos su consideración benevolente.  Atentamente,Mambo Social Club                                        Cannabis  Social Club Maribor
 Hasselt, Bélgica.                                             Maribor,  Eslovenia
 Michel Degens                                                Sanjin  Jašar
 PS Procedimiento  de nominación |