Solamente los Productores Tradicionales cultivan Coca Organica

Desde que llego al poder en 2006, el gobierno de los cocaleros del Chapare ha perseguido a los cocaleros tradicionales de zonas apartadas del territorio nacional. La primera vez fue en el mes de septiembre de 2006 cuando las fuerzas del orden mataron a unos jóvenes cocaleros en Yungas de Vandiola, tierra de cultivo tradicional, rio arriba de las tierras cálidas del Chapare. Unos días después de esta matanza, Evo Morales comento entre su gente que los Yungeños no tenían por que reclamar "porque no vertieron su sangre" en la lucha por el poder. Claro que los de Yungas de Vandiola no participaron de la lucha: sus tierras están selva adentro, de difícil acceso, y tampoco tuvieron que luchar contra los erradicadores, porque no cultivaron para el narcotráfico. Mientras la comunidad yungueña estaba de luto en estas días que para siempre terminaron con la tranquilidad del lugar, el ministro de la presidencia se ufanaba de las felicitaciones recibidas del embajador de EE.UU por la corajosa acción. Nunca tuve el gobierno la decencia de pedir perdón por el asesinato; por debajo pago siete mil dólares a los familiares, 3500 dólares por cada vida, pero hasta el día de hoy sigue amedrentando a los cocaleros de Vandiola y Tiraque, las dos regiones de cultivo tradicional del departamento de Cochabamba.

Últimamente el gobierno ha mandado las fuerzas de erradicación al municipio de Apolo, en la provincia de Franz Tamayo, departamento de La Paz. El 18 de octubre pasado el viceministro de Defensa Social Felipe Caceres denunció que "un grupo de cocaleros armados impide la erradicación de sus cultivos en Apolo. Anunció el envío de 100 efectivos para reforzar el trabajo de la Fuerza de Tarea Conjunta. En respuesta, Gregorio Cari, dirigente de cocaleros de Apolo, afirmó que “Día y noche están en vigilia en los puentes y otros lugares porque no permitirán la erradicación, no tenemos armas aunque sí palos, ondas y colmenas de abejas". Según el párroco de Apolo, Dionisio Zabala, el día sábado, 19 de octubre, las Fuerzas de Tarea Conjunta irrumpieron en las casas, las mujeres "fueron golpeadas y obligadas a salir de sus casas con sus niños a las 5:00 de la mañana. La FTC entró directamente a gasificar sin respetar nada". Continua el párroco: " Según cuentan las mujeres, la FTC entró a sus casas y buscó los documentos de sus esposos para quemarlos. Escucharon decir a los uniformados que hacían eso para que los pobladores quedaran como indocumentados y así poder decir que eran peruanos". Fuentes del gobierno mantienen que las fuerzas del orden fueron emboscadas, "los campesinos portaban armamento y atacaron a cierta distancia cuando los soldados se aprestaban a erradicar los cocales"*. El fiscal del caso, Leopoldo Ramos, no descartó que quienes llevaron a cabo la emboscada el sábado 19 contra los erradicadores hayan acudido al "grupo terrorista Sendero Luminoso, de Perú, en busca de entrenamiento militar". Lo que sí es cierto es que en la confusión reinante este día sábado murieron 3 uniformados y el médico militar. Con estos hechos el gobierno ha militarizado el municipio y ha comenzado forzosamente la erradicación a la que los cocaleros se oponían. Ocho dirigentes están presos por los acontecimientos. Aunque no fueran culpables, seguirán años en la misma cárcel donde el gobierno Morales ya tiene recluida a gran parte de la oposición a sus políticas,

* Lean el informe de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de La Paz (APDHLP).