Barcelona, 10 de julio del 2023
De Felipe Borallo
Por email
Una planta de paz para la guerra!!!
En 1991, cuando fundamos la primera asociación en defensa de los derechos humanos de los consumidores de Cannabis en España, la segunda preocupación de la mayoría de los ciudadanos era "el problema de la droga".
Una década después, con la fundación de los primeros Clubes Sociales de Cannabis (CSC) la preocupación social respecto al "problema de las drogas" fue desapareciendo de las preocupaciones sociales en las encuestas oficiales y privadas. Sucedió que los consumidores adultos y enfermos que necesitan THC y/o CBD podían acceder a la Planta y sus derivados lejos del Mercado Negro, con todas las ventajas, al eliminar tantas cosas que afectaban negativamente al usuario y a la sociedad: la baja calidad y adulteración del producto final, el incremento de la criminalidad y el crimen organizado, y su consiguiente "alarma social".
La expansión de los Cannabis Social Clubs (CSC) de toda la Península y las Islas fue la causa de tanta disminución de conflictos derivados del uso del cannabis por personas adultas o de los que la necesitan por su enfermedad. La experiencia positiva obtenida en estos años ha permitido que la idea de los CSC se haya expandido desde Malta a Alemania y hasta Uruguay, tomándola como modelo y siendo estudiada para su aplicación en países de todo el mundo que buscan una política sobre drogas más justa y eficaz que la mera aplicación de los protocolos prohibicionistas.
Los efectos perniciosos de participar en una guerra para los supervivientes son conocidos como Trastorno de Estrés Postraumático, antes "fatiga de guerra". Uno de los principales síntomas provocados por el estrés postraumático es justamente la recurrencia de sueños de experiencias pasadas que impiden el descanso, la recuperación y el bienestar general. Está demostrado que los cannabinoides al interferir en el Sistema Endocannabinoide Cerebral (SEC) y administrado antes de dormir, no solo ayudan a la conciliación del sueño, si no que hacen que no se recuerden los sueños.
Es de esperar que se impongan las evidencias científicas y que gracias a la legalización del uso medicinal del cannabis los soldados ucranianos vean fortalecida su admirable valentía y resiliencia ante un invasor cruel y anacrónico que carecerá de esta ventaja.
Felipe Borrallo
Fundador de la Asociación Ramon Santos de Estudios sobre el Cannabis (ARSEC),
de donde salió el primer Club Social de Cannabis en España.
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