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Plaça del Pi

En los años ochenta y noventa del siglo pasado, jóvenes disidentes acostumbraron a reunirse en la Plaça del Pi - la Plaza del Pino - en el centro gótico de Barcelona. Como una alternativa a la mentalidad del régimen de Franco que todavía impregnó a la sociedad española, imaginaron e identificaron con los Makokis, recientemente escapados del manicomio como su héroe disidente ruso, para luchar contra las personas siniestras en el poder. Tradujeron sus hazañas imaginarias en cómics que capturaron las mentes de la generación urbana posfranquista. Hasta que un día sucedió algo terrible, algo que hizo que los Makokis cayeran de su nube imaginaria en algo mucho más serio que sus escaramuzas de fantasías diarias con las órdenes establecidas. No solo habían aterrizado en medio de la guerra contra las drogas, sino que estaban siendo asediados por el Tío Sam, con la ayuda de nada menos que su hombre de confianza, Felipe González, primer ministro socialista de España. Ahora ya no era el momento de los comics, sino de la acción.
Así nació 'la movida cannábica', la movida que inició la lucha por la relegalización del cannabis en España y que daría lugar a una primera ruptura de la legislación de prohibición, conocida como "la brecha catalana".

 

En una breve historia, esbozamos el desarrollo de la asociación desde su fundación, la publicación de un manifiesto, la plantación colectiva en Montbrió del Camp, los juicios posteriores en los tribunales, la atención de los medios y el florecimiento de asociaciones similares en toda la Península Ibérica y más allá, cuando el Cannabis Social Club se convirtió en un modelo para los usuarios de todo el continente e incluso en algunos países de América Latina.
Para las personas interesadas en los detalles administrativos de 'la movida cannábica', hemos publicado varios documentos que muestran las preocupaciones de los miembros de ARSEC en este momento y la respuesta de las autoridades a cargo.